El precio del barril de petróleo cedió nuevamente en Nueva York y cerró la semana con una baja acumulada de más de 4%, luego de que funcionarios de la Reserva Federal (FED) anticiparan que podría haber ajustes de tasas de interés superiores a los previstos, frente a un recalentamiento de la economía, del mercado laboral y del consumo de los hogares.
El barril de la variedad WTI bajó 2,65% y se pactó en 76,41 dólares, mientras que el tipo Brent cayó 2,29% y se negoció en 83,19 dólares, según cifras consignadas por el New York Mercantil Exchange (NYMEX).
Las advertencias de los funcionarios de la FED llegaron después de que varios indicadores de precios y de consumo se dispararan de forma inesperada.
Los precios mayoristas en enero saltaron 0,7% respecto del mes anterior, impulsados por el costo de la energía y el consumo de los hogares, a través de las ventas minoristas aumentaron 3%.
La presidenta de la FED de Cleveland, Loretta Mester, dijo que el organismo sería más agresivo con los ajustes de las tasas de interés, debido a un recalentamiento de la economía, con un mercado laboral muy fuerte y un consumo exacerbado.
En la misma línea, el presidente de la FED de St. Louis, James Bullard, señaló que «la economía estadounidense está creciendo más deprisa de lo que se pensaba, y el mercado laboral se mantiene robusto».
El funcionario explicó que «las subas de las tasas de interés pueden ayudar a afianzar una tendencia desinflacionaria durante 2023, incluso con un crecimiento constante y mercados laborales fuertes, manteniendo bajas las expectativas de inflación».
En el directorio de la FED crece la convicción de que en la próxima reunión del 21 y 22 de marzo, el organismo debería subir la tasa de referencia en 50 puntos básicos.
Un ajuste de la tasa de esa magnitud que la lleve a un rango entre 5% y 5,25%, implica un desaliento en la toma de créditos y la compra de activos de riesgo, como es el caso de las materias primas y las acciones.
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